Presentación...

Bajo el título "periodistasinvestigación", este blog quiere representar una mirada crítica del poder e impulsar la regeneración ética en los medios de comunicación, para que haya una auténtica libertad de expresión.


I am nothing if not critical

sábado, 21 de noviembre de 2015

EL FRANQUISMO HOY PRESENTE

Se acaban de cumplir los cuarenta años de la muerte del dictador, y su sombra todavía provoca controversias. Desde la que se produce en el campo de los historiadores, con una corriente revisionista que pretende blanquear al régimen represivo, empezando por su figura. En este campo todavía no hay un relato colectivo sobre si fue un régimen autoritario o totalitario. Lo que no debería impedir que fuera considerado  Franco como un criminal de guerra.
Y en estas nos encontramos con que los celebrantes de la figura de Franco, la Fundación que lleva su nombre, consiguen la publicidad de la provocación en una sociedad democrática, donde se dice que no existe una ultraderecha con real influencia en el panorama político. Abiertamente convocan homenajes y se benefician de que aquí no fueran los golpistas, y quienes continúan con la antorcha de su legado, declarados ilegales. Que diferencia con los dictadores del eje Hitler y Mussolini. De hecho en el acervo popular hay dos momentos subyacentes a todo planteamiento, ya sea académico, o político, que "murió en la cama" y la famosa frase del dictador en su discurso de Navidad de 1969; "todo está atado y bien atado".

Esa frase sigue basculando sobre nuestras cabezas mas que como una premonición como una certeza, al ir comprobando realidades que no suponen una ruptura simbólica y real con el pasado. Pensemos sin ser exhaustivos, en los muertos republicanos en las cunetas, que no han podido ser enterrados dignamente, e incluso cristianamente, y cuyos familiares penan políticamente como una discriminación más en la democracia. Pensemos en el Valle de los Caídos, icono funerario de la dictadura, que se encuentra en un nudo jurídico, donde ni los poderes laicos ni la Iglesia, por encontrarse enterrado Franco en un templo benedictino, han logrado o querido desatar.
El poder judicial tampoco es ajeno a este devenir del franquismo en nuestro presente. Porque numerosas condenas producidas durante la dictadura no han sido revisadas, y luchadores por la democracia siguen arrostrando sus consecuencias.

Esto nos lleva a que sea Argentina la que tiene que realizar procedimientos judiciales contra nuestra dictadura, y a que desde nuestro país no se colabore. Por eso no sorprende, aunque hiera la sensibilidad democrática, que familiares del dictador tengan protagonismo en los medios de comunicación públicos, donde no se les afee el patrimonio que conservan logrado en la oprobiosa persecución y represión de los derechos humanos, ni se hablara del asesino Franco que firmaba penas de muerte. En todo caso, por interés informativo, podían haber aclarado si las firmaba Franco mientras desayunaba, como se ha dicho. Y que la única manera de perseguir los restos del franquismo sea con una cámara de televisión al policía torturador Billy el niño, González Pacheco, que ha tenido una feliz vida profesional, saltando a la empresa privada como especialista en seguridad, lo que le ha permitido vivir en una de las zonas mas caras de Madrid.