Presentación...

Bajo el título "periodistasinvestigación", este blog quiere representar una mirada crítica del poder e impulsar la regeneración ética en los medios de comunicación, para que haya una auténtica libertad de expresión.


I am nothing if not critical

viernes, 10 de octubre de 2014

CORRUPCIÓN Y ÉBOLA

España discute su diario devenir entre dos caminos morales, el ébola y la corrupción. Si la primera enfermedad ha prendido en Madrid con el contagio de una enfermera, la segunda tiene categoría de pandemia. Si sobre la primera han fallado los protocolos y el desmantelamiento de la sanidad pública, sobre la segunda se comprueba que no ha habido protocolos-procedimientos de prevención y seguimiento en su génesis y extirpación. Porque la condena de la justicia, cuando llega a tiempo, supone dejar al paciente-sociedad malparado y con malformaciones democráticas. Contra la corrupción no hay trajes de nivel 2 o nivel 4 para luchar contra ella. Ya que el virus de la corrupción muta con otros patógenos como la prescripción, la no devolución de lo robado y del indulto. La corrupción se reproduce continuamente en la atmósfera húmeda de la impunidad y el desconocimiento.  No hay profilaxis contra la corrupción que incluso se disfraza para seguir procreando nuevos gremlins en los intereses partidistas.

Los intereses partidistas, se encubren como intereses ideológicos, para no adoptar como método de lucha la ética.
Mientras con fallos de protocolo, falta de medios, y previsión por parte de los responsables, los sanitarios se ofrecen como voluntarios para luchar contra el ébola, al mismo tiempo responsables de muchos años de la izquierda, junto a teóricos del libaralismo sacaban dinero para su "buchaca" de los cajeros de Cajamadrid para sus vicios particulares. Probablemente algunos cajeros-surtidores de la corrupción estaban próximos a los hospitales donde el personal sanitario se enfrentaba en una trinchera real, de lucha contra la enfermedad del ébola.
"Omne vivum ex vivo". Esta frase, creo recordar de Ovidio, viene al pelo para afirmar que la corrupción no es que esté generalizada, que también, es que está viva, muy viva, y seguirá produciendo mutaciones, porque no hemos descubierto el ser vivo del que procede. Y por tanto las vacunas que saque el mercado serán placebos de imagen o marketing para dar tiempo a que la vida corrupta, el cuerpo corrupto, pueda generar nuevas formas de reproducción.

Incluso en una época admirada culturalmente como el Renacimiento, se producían algaradas cuando los males sociales no se podían soportar. Hoy me conformaría con enviar de voluntarios forzosos a luchar contra el ébola a los usuarios corruptos de las tarjetas B  de Cajamadrid.