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Bajo el título "periodistasinvestigación", este blog quiere representar una mirada crítica del poder e impulsar la regeneración ética en los medios de comunicación, para que haya una auténtica libertad de expresión.


I am nothing if not critical

viernes, 30 de noviembre de 2012


CNE: TREINTA MILLONES DE EUROS PARA GASTOS DE BOLSILLO

La Comisión Nacional de Energía guardaba en una caja fuerte treinta millones de euros en efectivo para  gastos corrientes como comidas, viajes, regalos o gastos de representación entre otros.

Cuando el actual director gerente del organismo regulador, Antonio Fernández Segura se incorporó al cargo y pasó a ocupar su despacho se extrañó de que en la caja fuerte de la CNE hubiese 30 millones de euros contantes y sonantes o sea cinco mil millones de las antiguas pesetas.  Su antecesor, Pablo Fernández justificó la existencia del dinero por la necesidad de disponer de liquidez para pagar gastos que debían hacerse en efectivo. Pero, según fuentes del organismo regulador, el nivel de actividad de la CNE, es decir los movimientos de caja para abonar gastos de funcionamiento, no justifican los 30 millones en efectivo. Además, por ley, a las administraciones públicas no les está permitido pagar facturas en efectivo.

Esta cantidad que había crecido desmesuradamente durante los años de mandato de Maite Costa al frente de dicha institución se encontraba sin control en la caja fuerte de la CNE y sin producir intereses, cuando el Estado tiene que recurrir a créditos en el exterior aumentando la deuda.

La desorbitada suma procedente de las tasas a las empresas eléctricas, que se conoce en el argot interno de la Comisión Nacional de Energía como "el remanente", viene determinado por el alto tipo impositivo de dichas tasas que finalmente repercuten en los usuarios.  La Comisión Nacional de la energía es un organismo, dependiente del Ministerio de Industria, que no se financia a través de los Presupuestos Generales del Estado sino mediante una tasa especial que grava  los productos energéticos y que pagan directamente los consumidores en la factura del gas, la electricidad o los combustibles.

Desde hace tiempo distintas voces, tanto del sector energético como de las organizaciones de consumidores, piden que se revisen a la baja dichas tasas porque su aplicación encarece el coste final y, como ahora se demuestra, la CNE no necesita ingresos tan cuantiosos para su funcionamiento. Esta desmesura se dio en el periodo de presidencia de Maite Costa y con la anuencia de su jefe de gabinete, Joan Batalla en la actualidad Consejero de la Comisión por la conocida megalomanía de la ex presidenta de la CNE quien ordenó la adquisición de cuadros de firmas importantes, costosos muebles y otros gastos suntuarios.

Para regularizar la situación, a finales del próximo mes de diciembre esta cantidad será ingresada en las arcas del Estado.